La Organización internacional del Trabajo (OIT) es un organismo multilateral que se funda en el 1919 como un mecanismo para expandir globalmente una visión determinada sobre los derechos laborales y las relaciones empleado-patrón, también con el fin de apaciguar las reivindicaciones de los trabajadores que venían adquiriendo un carácter revolucionario.
Es así que esta organización ha venido marcando la pauta de hacia donde debe moverse la política laboral, por ello es vital que se tenga en cuenta en cualquier análisis sobre el trabajo los convenios y acuerdos bases de esta entidad.