EL XVIII BRUMARIO DE LUIS BONAPARTE – Karl Marx
En El 18 Brumario de Luis Bonaparte, Karl Marx examina el golpe de Estado de 1851 en Francia y lo interpreta como resultado de la lucha entre distintas clases sociales tras la Revolución de 1848. La burguesía no logró consolidar su dominio político, el proletariado fue derrotado en las jornadas de junio, y la pequeña burguesía y el campesinado quedaron sin una representación clara. En ese vacío de poder, Luis Bonaparte se impuso como figura aparentemente neutral y protectora del campesinado, instaurando un régimen autoritario conocido como bonapartismo, que aparenta situarse por encima de las clases pero en realidad preserva los intereses de la burguesía. Marx sostiene que la historia no se repite de la misma forma, sino “una vez como tragedia y otra como farsa”, comparando a Napoleón I y a Napoleón III. El texto se convierte así en un análisis clásico sobre cómo las contradicciones sociales y políticas pueden desembocar en dictaduras disfrazadas de consenso.
SALARIO PRECIO Y GANANCIA – Karl Marx
En Salario, precio y ganancia (1865), Karl Marx explica que el salario no es el pago por el trabajo en sí, sino por la fuerza de trabajo, cuyo valor depende de lo necesario para la subsistencia del obrero. La ganancia del capitalista surge de la plusvalía, es decir, de la diferencia entre el valor que produce el trabajador y lo que recibe como salario. Aunque las luchas por mejores sueldos son necesarias para mejorar las condiciones de vida, Marx sostiene que bajo el capitalismo los salarios siempre estarán subordinados a la búsqueda de ganancia, por lo que la verdadera emancipación de los trabajadores requiere superar el propio sistema capitalista.
EL MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA – Karl Marx y Federich Engels
El Manifiesto del Partido Comunista (1848), escrito por Marx y Engels, sostiene que la historia es la historia de la lucha de clases y que en el capitalismo esta se da entre burguesía y proletariado. La burguesía ha impulsado grandes avances productivos, pero a costa de la explotación obrera y crisis recurrentes. El texto llama a la organización del proletariado para abolir la propiedad privada de los medios de producción y construir una sociedad sin clases, cerrando con el llamado a la unidad internacional: “¡Proletarios de todos los países, uníos!”.